Psicólogo y Terapeuta

jueves, 13 de septiembre de 2012

Estudios sobre la relación entre maltrato animal y violencia familiar

Desde este Blog quisiera denunciar la salvajada, primitivismo, crueldad y falta de sensibilidad que se extiende a las demás esferas de la vida cotidiana de todos aquellos que disfrutan matando y torturando animales.

En concreto, el motivo de este post es el reciente asesinato del toro Volante en la localidad de Tordesillas ( Valladolid ) mediante las lanzadas de los mozos de la ciudad.
Este acto de barbarie sucede cada año desde la Edad Media, y ni las autoridades ni la sociedad parece alarmarse lo suficiente para condenarlo y suprimirlo.

Este asesinato y tortura pública goza de la participación de niños y adolescentes.

Los toros son animales nobles, pacíficos como todo animal herbívoro, y tal como reconocen sus criadores, si se trata con cariño, es mas fiel que un perro, tal como ha declarado Christophe Thomas

 Lo compré a la ganadería Domecq, y estaba destinado a ser toreado en Barcelona. Cuando les pregunté si era difícil educar a un toro me contestaron : « Si lo cuidas bien, verás que es incluso más fiel que un perro ». Esto demuestra que ellos saben bien el tipo de animal que tienen y que mandan a las corridas."
Son las palabras de Christophe Thomas, un joven granjero francés que hoy vive felizmente con Fadjen. El realizador Pablo Knudsen ha captado estas imágenes de su hermosa amistad y su vida en común, para disfrute de los amantes de los animales y antídoto contra los prejuicios extendidos por los aficionados a la tauromaquia.

Existen numerosos estudios que relacionan el maltrato animal con la violencia de género.

No al maltrato Animal, no al maltrato animal institucionalizado y declarado como fiesta y espectáculo.

Violencia doméstica y criminalidad relacionada con el maltrato animal

Se ha demostrado mediante estudios estadísticos y gracias a las investigaciones de criminólogos y psicólogos, que los actos violentos hacia los animales no son indicadores de una psicopatía exclusivamente dirigida hacia ellos. Sino que dichos actos, que se manifiestan durante la niñez y adolescencia en ciertos individuos de carácter violento y agresivo, comienzan a ser dirigidos contra sus propios congéneres en un determinado momento de sus vidas, como si fuera un grado más en la escala de violencia.

"Un asesino inicialmente comienza matando y torturando animales cuando es menor de edad",asegura Robert K Ressler, quien ha desarrollado algunos perfiles de asesinos en serie para el FBI. Los estudios realizados han convencido a los sociólogos, legisladores y jueces, en los Estados Unidos, que los actos de crueldad hacia los animales merecen su atención. Estos pueden ser la primera alerta de una patología que incluye la violencia hacia los propios seres humanos, ya que demuestran que los delincuentes que cometen delitos con violencia, tienen un mayor índice de probabilidad de haber maltratado animales cuando eran niños que aquellos delincuentes no considerados violentos.

La historia está llena de ejemplos y el lugar donde más están documentados los perfiles asesinos es, de nuevo en los Estados Unidos. Patrick Sherrill, quien mató a 14 compañeros de trabajo en una oficina de correos y posteriormente se suicidó, tenía todo un historial de robo de animales domésticos, los cuales ofrecía a su perro para que los mutilara. Earl Kenneth Shriner, quien violó, apuñaló y mutiló a un niño de 7 años, era conocido en su zona como el chico que ponía cohetes en los perros por el recto y colgaba gatos. Brenda Spencer, quien abrió fuego en una escuela de San Diego, matando a dos niños e hiriendo a otros nueve, habitualmente torturaba perros y gatos prendiéndoles fuego. Albert de Salvo, "el estrangulador de Boston", que mató a trece mujeres, encerraba perros y gatos, dentro de cestas para dispararles flechas y atravesarles, cuando era joven. Carroll Edward Cole, acusado de 35 asesinatos, confesó que su primer acto de violencia cuando niño fue estrangular a un cachorro. En 1987, tres estudiantes de una escuela secundaria de Missouri, fueron inculpados de la muerte a golpes de otro estudiante. Todos ellos habían incurrido en prácticas de mutilación a animales años atrás. Uno de ellos confesó haber matado tantos gatos que había perdido la cuenta. Dos hermanos que asesinaron a sus padres, practicaron previamente decapitando gatos. Y la lista no tiene fin (para más información, consultar la lista incluida al final de éste artículo). Los casos documentados que relacionan violencia temprana hacia los animales, para después ser dirigida hacia las personas se cuentan por miles. Tristemente, la violencia hacia los animales durante la niñez de estos futuros asesinos nunca resulta de interés, hasta que afecta a los humanos. La antropóloga Margaret Mead afirma que "una de las cosas más peligrosas que le pueden suceder a un niño es matar o hacer daño a un animal y seguir como si nada hubiera sucedido".

La violencia doméstica generalmente afecta a los más indefensos. Los adultos que descuidan las necesidades más básicas de la mascota o la maltratan, con gran probabilidad lo harán también con sus hijos. Y no es una mera deducción, sino el resultado de estadísticas exhaustivas. Basten unos ejemplos. El 88% de 57 familias en terapia por maltrato a menores, en el estado de Nueva Jersey, admiten haber proferido malos tratos también a las mascotas. El 83% de 23 familias británicas que fueron acusadas de malos tratos hacia sus animales domésticos, fueron declaradas de alto riesgo para sus propios hijos por un equipo de psiquiatras especialistas en violencia doméstica. De un estudio realizado con mujeres maltratadas, se desprende que, en un 57% de los casos, sus mascotas también había sufrido golpes, palizas y hasta la muerte. Una de cada cuatro confesó haberse quedado con su pareja por miedo a dejar a su perro o gato sólo con el agresor.

Mientras que el abuso hacia los animales es una señal de alerta que indica posible maltrato infantil, los padres no siempre son los que maltratan a los animales en casa. Los niños que torturan animales están probablemente repitiendo una lección aprendida en casa. Tal como hacen sus padres, reaccionan con violencia ante una frustración o enfado, y los primeros en pagar las consecuencias son los más indefensos y vulnerables, las mascotas. Los niños que se crían en un ambiente de violencia familiar, pierden rápidamente la empatía hacia los animales, llegando a matarles o mutilarles por diversión o por placer.

En 1993, California se convirtió en el primer estado en elaborar una ley, que obligaba a los agentes de protección animal a informar de los casos graves de maltrato a la policía, con el fin de detectar posibles casos de violencia hacia otros miembros de la familia.

En los últimos años se han documentado y diagnosticado numerosos casos de gran valor para el estudio de la relación entre maltrato animal y violencia doméstica. Los padres, profesores y comunidades que no dan importancia a los indicativos anteriormente mencionados, clasificando los actos de violencia hacia los animales, como "simple anécdota", que incluso causa comentarios jocosos y permisivos y que restan importancia a los hechos, están favoreciendo directamente la continuidad del ciclo de violencia hacia las personas, contribuyendo en gran medida al desarrollo de personalidades psicopatológicas y muy agresivas.

Diversas fuentes, entre ellas la ASPCA - The American Society for the Prevention of Cruelty to Animals (www.aspca.org)
Más Información de interés: GEVHA Grupo para el Estudio de la Violencia hacia Humanos y Animales (www.gevha.com)

Más casos documentados de abusos y violencia hacia los animales por parte de incipientes asesinos de personas

Russell Weston Jr. Torturó y asesinó a 12 gatos: Les quemó y les cortó la cola, patas y orejas; les aplicó químicos tóxicos en los ojos para cegarlos; los obligó a ingerir veneno y los colgó de varios árboles (dejando el nudo lo suficientemente flojo para lograr una muerte lenta y dolorosa). Posteriormente asesinó a dos oficiales de policía en el Capitolio de los Estados Unidos, en Washington, D.C.

Jeffery Dahmer Ataba los gatos a los árboles y decapitaba perros. Posteriormente asesinó y descuartizó a varios jóvenes y guardó parte de sus cuerpos en su refrigerador. Asesinó a 17 personas.

Kip Kinkle Disparó a 25 compañeros de clase, asesinando a algunos de ellos en Springfield, Oregon. Asesinó también a su padre y a su madre. Dijo que una vez hizo estallar a una vaca. Le prendió fuego a un gato y arrastró al inocente animal a través de la avenida principal del pueblo. Sus compañeros de clase lo catalogaron como: "El más indicado para iniciar la Tercera Guerra Mundial.

Albert De Salvo, "El estrangulador de Boston" colocó a un gato y a un perro dentro de una caja con una separación entre ellos. Después de hacerles pasar hambre durante varios días, retiró la separación que había entre ellos para poder observar como se mataban el uno al otro. Violó y asesinó a 13 mujeres, estrangulándolas. Con frecuencia colocaba los cuerpos en poses escalofriantes después de sus asesinatos.

Richard Allen Davis Les prendió fuego a varios gatos. Asesinó a todas las mascotas de Polly Klaus de doce años de edad, antes de secuestrarla de su propia habitación para después asesinarla.

Andrew Golden y Mitchell Johnson de 11 y 13 años respectivamente torturaban y asesinaban perros. El 24 de marzo de 1998 en Jonesboro, Arkansas; Golden y Johnson le dispararon y asesinaron a 4 estudiantes y a un maestro durante un tiroteo que provocaron en su escuela.

Luke Woodham de 16 años apuñaló mortalmente a su madre, asesinó a dos compañeros de clase y dispararle a otros 7, confesó haber matado a palos a su perro "Sparkle" con un bate de béisbol y verter líquido combustible en su garganta para después prenderle fuego. "Hoy cometí mi primer asesinato", escribió en su diario personal. "Se trataba de un ser querido... nunca olvidaré el gemido que emitió... sonaba casi humano". En Junio de 1988, Woodham fue hallado culpable de 3 asesinatos, más 7 cargos por agresiones agravantes. Fue sentenciado a 3 cadenas perpetuas, más 20 años adicionales por cada ataque.

Theodore Robert Bundy, ejecutado en 1989 por al menos 50 asesinatos, era obligado a observar a su abuelo mientras éste torturaba animales. Más tarde Bundy apilaba tumbas con huesos de animales.

Michael Cartier, a los 4 años de edad, dislocaba las patas a sus conejos y arrojó a un gatito a través de una ventana cerrada. Más adelante le disparó en la cabeza tres veces a Kristin Lardner antes de dispararse sí mismo.

Henry Lee Lucas mató un gran número de animales y tuvo relaciones sexuales con sus cuerpos. Asesinó a su madre, a su esposa y a un número desconocido de personas.

Edward Kemperer destripó a dos gatos. Posteriormente asesinó a sus abuelos, a su madre y a 7 mujeres más.

Richard Speck arrojaba pájaros a un ventilador encendido. Asesinó a 8 mujeres.

Randy Roth ató con cinta adhesiva a un gato al motor de un auto y utilizó una lijadora industrial en una rana. Asesinó a dos de sus esposas y trató de asesinar a la tercera.

David Richard Davis disparó y mató a dos potros y cazaba con métodos ilegales. Asesinó a su esposa Shannon Mohr Davis, para cobrar el dinero de su póliza de seguro.

Peter Kurten, "El monstruo de Dusseldorf", torturaba perros y practicaba la peor de las bestialidades al asesinar animales. Asesinó o intentó asesinar a más de 50 hombres, mujeres y niños.

Richard Trenton Chase, "El vampiro asesino de Sacramento", les arrancaba la cabeza a los pájaros, desangraba animales y los asesinaba por sus órganos y después asesinó a seis personas en ataques fortuitos. Un oficial de policía que estuvo presente en la escena del primer asesinato, confesó haber tenido pesadillas sobre el crimen durante muchos meses después del hecho.

El asesino de Kobe", un muchacho de 15 años en Japón, decapitó a un gato y estranguló a varios pichones. Decapitó a Jun Hase de 11 años de edad, mató a golpes con un martillo a una niña de 10 años y agredió a otros tres niños en distintos ataques.

Richard William Leonard su abuela lo forzaba a matar y a mutilar gatos y gatitos cuando era niño. Más adelante asesinó a Stephen Dempsey con arco y flecha. También asesinó a Ezzedine Bahmad al degollarlo.

Tom Dillion Mataba mascotas de diferentes personas. Le disparó y asesinó a Jamie Paxton de 21 años; a Claude Hawkins de 49; a Donald Welling de 35; a Kevin Loring de 30 y a Gary Bradely de 44.

Eric Smith a los nueve años de edad, estranguló al gato del vecino. A los trece años apaleó a Derrick Robie de cuatro años. Smith llevó al pequeño al bosque, lo estranguló, lo violó con un palo y luego lo golpeó con una roca hasta matarlo.

David Berkowitz, "El Hijo de Sam" envenenó al periquito de su madre por celos. Tiempo después, disparó a 13 personas. Seis de ellos murieron y por lo menos dos sufrieron lesiones permanentes que les produjeron discapacidades.

Arthur Shawcross sumergió repetidas veces a un gatito en las aguas de un lago, hasta que debido al agotamiento murió ahogado. Después de pasar 15 años y medio en prisión por diversos delitos, asesinó a once mujeres.

Michael Perry decapitó al perro del vecino. Más tarde asesinó a sus padres, a un sobrino y a dos vecinos.

Jason Massey sus antecedentes mortales de comenzaron con perros y gatos, a los 20 años decapitó y destripó a una niña de 13 años de edad y le disparó de muerte a un niño de 14. Afirmaba haber asesinado 37 gatos, 29 perros y 6 vacas.

Patrick Sherrill robaba las mascotas de sus vecinos, los ataba con alambres de púas y hacía que su perro les matara. En 1986 asesinó a 14 compañeros de trabajo para después suicidarse.

Keith Hunter Jesperson, "El asesino de la cara feliz", le gustaba azotar la cabeza de los topos y golpeaba, estrangulaba o disparaba contra gatos y perros callejeros. Es conocido por haber estrangulado a 8 mujeres. Él dijo: "Prácticamente les exprimes la vida a estos animales"... "estrangular a un ser humano o a un gato es exactamente la misma sensación... Yo soy el resultado directo de lo que sucede cuando alguien mata a un animal a muy temprana edad".

Carroll Edward Cole, fue ejecutado en 1985, acusado de 35 asesinatos, se le conoce por haber sido uno de los más prolíficos asesinos en serie en la historia de los Estados, confesó que su primer acto de violencia había sido estrangular a un cachorro bajo el porche de su propia casa.

Robert Alton Harris asesinó a dos niños de 16 años, roció a un vecino con gasolina y posteriormente le prendió fuego con cerillas. Su primer encuentro con la policía fue por matar gatos en su vecindario.

La mayor parte de los asesinos hasta cierto punto ha abusado a los animales. Entre las señas de advertencia más importantes de un niño en problemas:  Abusos contra los animales, amenazas de suicidio o intentos, auto mutilaciones, etc.

Luke Woodham, un niño de 16 años, describió cómo golpeaba, quemaba y torturaba a su perro como un acto de "auténtica belleza". Después, acuchilló a su madre, asesinó a dos compañeros de escuela e hirió a siete más.

Edmund Emil Kemper Las víctimas favoritas eran los gatos. Enterró a algunos vivos, mató a otros y empalaba sus cabezas en estacas. Partió a su gato en pedazos después de decapitarlo. La técnica fue la misma que utilizó cuando asesinó a su madre.

Jeffrey Dahmer tenía el permiso de su madre de empalar a los perros y atar a los gatos a estacas en su patio trasero. Cuando dejó de torturar animales para atacar a seres humanos, optó por descuartizar a 17 niños y adultos antes de comérselos.
 

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