Psicólogo y Terapeuta

jueves, 14 de junio de 2012

¿Por qué hacemos lo que hacemos?

En un inicio, muchas conductas se deben a su contexto y situación dadas, pero ocurre que habiendo modificaciones en su contexto o situación estas se van manteniendo sostenidas ante un argumento tan frágil como el: "Siempre lo hemos hecho así"

Nuevas situaciones, o viejas conductas requieren ser revisadas continuamente si no se quiere caer en el ridículo, el absurdo o en el encorsetamiento de la sociedad. Un ejemplo es la selección sexual en el reparto de tareas en una sociedad cazadora-recolectora, en que los recursos escasean, sobrevive la ley del mas fuerte, y uno vive a expensas y con el temor de que el vecino se decida aniquilar-lo. La historia del mono desnudo que somos está repleta de dichas conductas:

- Porqué tienen que ser las mujeres las que cuiden la prole?
- Porqué no comen cerdo los pueblos de origen musulmán?
- Porqué la gente cree en Dios?

Todas ellas tienen una explicación y sentido en su origen. Algún día quizás me dedique a explicar las posibles respuestas a ello. Lo que si se tiene claro hoy en día es que en su origen, dadas las explicaciones que el hombre le daba al mundo, su realidad de cazadores-recolectores etc… hicieron crear paradigmas y normas de conductas que establecían su razón a la realidad inmediata vivida. Que ocurre cuando esta realidad cambia pero mantenemos esas conductas?  Pues que podemos rallar el absurdo y el ridículo. 

Pregúntese el sentido y el motivo de muchas de sus conductas habituales o llamadas culturales. Mírese al espejo y pregúntese que sentido tiene lo que hace.

Muéstrese como lo que es: Un mono desnudo, sin pelo, pero mono pensante al fin.
 



El experimento de los monos y los plátanos

 Se colocaron 6 monos en una jaula, en el centro de la cual se encontraba una escalera que permitía alcanzar un racimo de plátanos que colgaba del techo. En cuanto uno de los monos intentaba alcanzar los plátanos, se les rociaba a todos con agua helada lo cual hacía que desistiera de su intento. Este proceso se repitió tantas veces cómo intentos por alcanzar los plátanos realizaron los monos. Finalmente, cuando alguno de los monos intentaba alcanzar los plátanos, eran sus propios compañeros los que le impedían acercarse a la escalera a base de golpes hasta que el mono desistía de su intento.

Llegados a este punto, se saca uno de los monos de la jaula y se introduce otro que evidentemente no había participado previamente en el experimento. Al poco de entrar en la jaula, el mono intenta encaramarse a la escalera para tomar los plátanos, pero en cuanto se acerca a la escalera, sus compañeros le agreden a golpes ante la posibilidad de una ducha helada. El nuevo mono no entiende nada, pero tras varios intentos se da cuenta de que no se puede acercar a los plátanos a menos que desee ser vapuleado.

En este momento, se saca de la jaula otro de los monos que empezaron el experimento y se introduce uno que tampoco tiene ningún conocimiento del funcionamiento del mismo. Igual que en el caso anterior, el mono intenta agarrar los plátanos y cada vez que lo intenta, todos sus compañeros de jaula se abalanzan sobre él para impedírselo. La nota curiosa es que el mono que introdujimos a mitad del experimento y que no tiene la experiencia de haber sido rociado con agua helada también participa en la agresión aunque sin saber porqué. Para él, simplemente, no está permitido acercarse a la escalera.

Poco a poco se van sustituyendo todos los monos que comenzaron el experimento por otros que no han experimentado en ningún momento el hecho de haber sido rociados con agua helada.

Cuando se sustituye el último mono de la jaula, el comportamiento de los simios continúa igual, a poco que el nuevo mono intenta acercarse a la escalera es vapuleado por sus compañeros, aunque llegados a este momento, nadie sabe porqué ya que ninguno de ellos ha sido rociado con agua helada. Se ha establecido una regla: "Está prohibido subir por la escalera y quien lo intente se expone a una represión por parte del resto del grupo".

Autor: David Leonis

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